Tener una casa propia forma parte del sueño americano. ¡Pero es fundamental entender el escenario político actual para tomar decisiones bien informadas!
Por eso, hoy hablaremos sobre los nuevos aranceles de importación que el actual gobierno ha impuesto a diversos países del mundo, lo que impacta directamente todos los mercados y sectores estadounidenses.
Pero, ¿cómo afectan estas medidas al mercado inmobiliario y a los inmigrantes que desean comprar una casa en EE.UU.? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
¿Qué son los aranceles de Trump?
El presidente Trump impuso nuevos aranceles a productos que EE.UU. importa de otros países. En marzo, ya había aplicado un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, aunque hasta ese momento se había limitado solo a estos países y a ciertos materiales específicos, como el acero y el aluminio, que afectan directamente las exportaciones brasileñas.
Ahora, Trump anunció nuevos impuestos para otras naciones, y pocos países salieron ilesos de ese impacto: en total, se gravaron 185 territorios. Mientras que en América del Sur las tarifas rondan el 10%, en países europeos superan el 30%, y en el sudeste asiático oscilan entre el 40% y el 50% – China y Vietnam se encuentran entre los países más afectados, con aranceles en torno al 34% para el primero y al 46% para el segundo.
Según el presidente, esta medida tiene un carácter proteccionista, ya que fortalecería el mercado interno y la industria estadounidense, haciendo que la economía dependa menos del comercio global.
El “tarifazo”, como fue apodado, también sería una respuesta a los aranceles que, según Trump, otros países aplican a exportaciones estadounidenses, formando así parte de una política de reciprocidad comercial para “hacer justicia” a la economía del país.
Cómo impactan los aranceles en el precio de las viviendas en EE.UU.
La economía estadounidense depende fuertemente del comercio internacional, ya que importa desde alimentos hasta productos de moda. Los materiales de construcción también forman parte de esa lista: cerca del 70% de la madera usada para construir viviendas en EE.UU. proviene de Canadá, y la mayoría de los paneles de yeso, de México.
Con el aumento en el costo de estos materiales, también se incrementa el costo de construcción, lo que afecta directamente el precio final de las propiedades. En otras palabras, las viviendas nuevas serán más caras.
Tampoco hay indicios de que los bancos modifiquen sus políticas de préstamos para ajustarse a estos nuevos valores, lo que indica que la cantidad de compradores podría disminuir.
Pero los impactos no terminan ahí: al firmar un contrato de compraventa, las constructoras deben entregar la propiedad por el valor previamente acordado, sin poder aumentarlo. Para poder absorber el costo más alto de los materiales y mantener el precio final, muchas veces deben recortar gastos en otras áreas, incluyendo mano de obra.
Esto significa que es posible que se reduzcan las contrataciones en el sector de la construcción y, si las hay, probablemente sean con salarios más bajos.
¿Y qué pasa con las propiedades ya existentes?
Con el aumento en los precios de las viviendas nuevas, se espera que más personas busquen propiedades usadas o más antiguas. Esta alta demanda, sumada a un mercado más competitivo, puede hacer que esos precios también aumenten.
Esto podría llevar a que personas que quieren dejar de alquilar y comprar su primera casa tengan que posponer ese sueño, al igual que aquellos que desean mudarse a una nueva propiedad. Con la alta demanda, tanto los precios de alquiler como los de compra podrían aumentar.
Este escenario sugiere una probable desaceleración en el mercado inmobiliario, que representa aproximadamente el 15% del PIB de EE.UU., especialmente durante la próxima temporada de primavera/verano, históricamente la mejor época para adquirir vivienda en el país.
Otro indicativo es que en enero de este año, incluso antes del anuncio de los nuevos aranceles, las ventas de viviendas nuevas ya habían caído un 10,5%. Pero tener un menor poder adquisitivo no significa que sea imposible comprar.
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Las consecuencias del tarifazo de Trump aún tardarán en evidenciarse y, al tratarse de una medida reciente, ni siquiera está claro si se aplicará completamente: el Congreso, el Senado y las constructoras ya están recurriendo a la justicia para bloquear muchos de estos aranceles.
Y aunque continúen, sabemos adaptarnos a la nueva realidad, sobre todo con un equipo de profesionales comprometido a hacer que las cosas sucedan.
Si tienes una casa lista para vender, no dudes en ponerla en el mercado. Y si estás listo para comprar, no lo dejes para mañana. ¡Contáctanos y descubre cómo podemos ayudarte!